Definición y conceptualización




Desde lo cognitivo: La cognición es una serie de procesos que nos ayudan a percibir, atender, memorizar, pensar y recordar. Gracias a la memoria podemos guardar información que puede recuperarse una vez que dejó de ser transmitida en tiempo real. 

La memoria interviene en muchos procesos cognitivos como entender el lenguaje, leer, y razonar. El almacenamiento de información nos da oportunidad de realizar actividades efectivamente, o de hacer dos o más tareas a la vez.

El sobrepeso ha llegado a estar directamente relacionado con alteraciones en la integridad estructural de la barrera hemato-encefálica, neuroinglamación, bajos niveles de neurotrofinas y glucorregulacion, lo que afecta a las estructuras del sistema nervioso central y puede provocar déficits de procesos como la memoria, la atención, los recuerdos, la percepción, y el aprendizaje. 

La UNAM FES Zaragoza realizó un estudio para confirmar que si hay alteraciones en los procesos cognitivos al sufrir de obesidad y se encontró una disminución en la atención y memoria en personas con IMC mayor a 25, a diferencia de las personas con IMC de 18.5 a 24.9. Generalmente se ve la obesidad y sus problemas desde otro ángulo más físico, y no se tiende a relacionar con daños cognitivos, pero está comprobado que las manipulaciones del hipotálamo que tiene causas directas en el hambre, por lo tanto en el peso corporal y esto ha demostrado cambios en el metabolismo que puede tener efecto en el deterioro del hipocampo lo cuál causa problemas de aprendizaje, perdidas de memorias, inclusive ligera amnesia y otros deterioros cognitivos.





Desde lo cognitivo-conductual: 

Esta corriente reconoce que en el problema de la obesidad infantil, existen factores de tipo genético, pero otorga mucho más peso al marco familiar y grupal. Por ello, propone que a través de la terapia, se reeduque al sujeto obeso y se modifiquen sus hábitos de conducta, basándose en el aprendizaje del autocontrol (autoobservación y registro de conductas y pensamientos relacionados directa o indirectamente con la obesidad), las estrategias de control de estímulos en el ámbito familiar, la modificación del estilo de alimentación en relación con una dieta sana equilibrada, la modificación de los patrones de actividad física con motivación especial hacia actividades lúdicas en grupo y la utilización de contingencias de refuerzo social a través de la familia y contratos conductuales.

El riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares crece de manera importante a causa de la obesidad, además de algunos tipos de cáncer y otras enfermedades muy graves. Las personas que padecen obesidad mórbida también tienen más posibilidad de mortalidad y cargan con un gran estigma social y discriminación, ya que en la mayoría de los casos, esta obesidad no se ve como una enfermedad real. Las consecuencias de los estereotipos negativos suelen ser más mayores en niños y adolescentes, ya que suelen ser víctimas de rechazo y discriminación por sus compañeros, padres y profesores. Los jóvenes víctimas de esta discriminación tienden a no desarrollar sus competencias y habilidades sociales, por lo que pueden tener problemas psicológicos relacionados con su imagen corporal, autoestima y trastornos alimenticios.

Por ello, los problemas relacionados con los pensamientos ansiosos y obsesivos y los sentimientos negativos se deben abordar con técnicas cognitivas.

Para lograr enfrentar a los problemas de sobrepeso, hay que conseguir adaptarse a hábitos nuevos que mejoren el estilo de vida de la persona, sin hacer cambios muy radicales en su dieta o su actividad. Los mejores tratamientos a largo plazo incluyen cambios alimenticios y de ejercicio. Generalmente los hábitos alimenticios los desarrollamos durante nuestra infancia, en nuestra primer década de vida, y después es muy difícil cambiarlas porque quedan fijadas. Cambiar estos hábitos requiere de técnicas psicológicas como la psicoterapia cognitivo-conductual, junto con fisioterapia estética para bajar de peso y que refuerce los hábitos alimenticios nuevos.




Desde el psicoanálisis, diversos estudios teóricos han postulado que la obesidad contiene dos factores:
  • Comidas engordantes y excesivas. Esta conducta deriva del hecho de que el sujeto mantiene una estadía en la etapa oral y no puede ingresar a la etapa sádico-anal, siendo ésta última en la que se da el desarrollo muscular y la agresividad. Cuando el individuo no desarrolla mecanismos para expresar su sadismo, la agresión fortalece la fijación en lo oral, aumentando la conducta de comer en exceso. Hay un sentimiento de aprisionamiento y una represión sexual genital. 
  • Sedentarismo. Esta conducta nace en la infancia, con una dinámica familiar en la que la madre aprisiona al sujeto, mientras el padre solapa la conducta, creando un superyó obesógeno, que se siente imposibilitado para moverse.


Desde lo sistémico: En la perspectiva sistémica, lo vemos como si todos los humanos fueran un sistema que conforman otro sistema más grande, hablando de lo individual y lo social.
En la infancia especialmente, la familia es el sistema más importante por el humano porque es donde pasa más tiempo y aprende más. Gracias a esto podemos desarrollar la terapia familiar sistémica.

La familia tiene que asegurarse de que los miembros del sistema se adapten al contexto y a la sociedad por medio de actividades que ayuden a tomar decisiones, expresar emociones, transmitir pensamientos, entender conceptos y cultura, y todo esto puede ayudar a tener una mejor selección alimenticia, toda vez que los niños son más propensos a creer en lo que sus padres les han inculcado, sin cuestionarlo. Por ende, actúan con base en estas creencias y que implícitamente van marcando una diferencia entre la obesidad y los alimentos sanos desde la comida que los padres permiten, o la que se encuentra en casa o simplemente de la que escuchan hablar mucho.





Desde lo humanista:

La corriente humanista, considera que el principal factor que ocasiona y condiciona el mantenimiento de la obesidad, es el conflicto emocional no integrado.

Debido al crecimiento de la obesidad en la sociedad, el humanismo busca brindar una alternativa a los procedimientos comunes en la intervención psicológica, a través de estudios alternativos que se adapten mejor a las características de las personas afectadas con sobrepeso y obesidad.

Para ello, propone asistir a los sujetos afectados por la problemática, tomando en cuenta variables como el grado de obesidad, nivel socioeconómico o las comorbilidades. Por otro lado, propone dar terapia personalizada a cada uno de los pacientes, recurriendo a una manera de intervención consolidada dentro de un marco teórico establecido y que conciba cada tratamiento como un proceso único hecho a medida del paciente.

La psicoterapia humanista nos brinda una intervención en el campo de la psicología clínica que puede tener un servicio especial en situaciones como el sobrepeso y la obesidad, ya que por su metodología nos habilita una adaptación superior al problema específico del paciente. Cabe mencionar que existe muy poca bibliografía en el tema de intervenciones humanistas para la obesidad, en comparación con las intervenciones estandarizadas.




Alcaraz, M.R., Ramírez, D., Palafox, G.I., Reyes, J.U. (2015) El déficit cognitivo relacionado con el índice de masa corporal elevado. Revista Especializada en Ciencias de la Salud, 18(1):33-38. FES Zaragoza, UNAM.  MPSS Programa Universitario de Obesidad, FES Zaragoza. MPSS Clínica de Trastornos del Sueño, UNAM. Egresado, FES Zaragoza, UNAM.

Canales, N. (2014). Factores Psíquicos Implicados en la Etiología de la Obesidad: Revisión y Sistematización de los aportes en Psicoanálisis. Santiago, Universidad de Chile.

Torres, V., Castro, A.M., Matarán, G.A., Palomo, L., Aguilar, M.E., Moreno, C. (2011). Beneficios de la terapia cognitivo-conductual y la presoterapia en pacientes obesos: ensayo clínico aleatorizado. SciELO. Recuperado de: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112011000500015

Oliveros CLE, Villaseñor CTJ, Preciado SML, et al. Propuesta de intervención con terapia familiar sistémica en la obesidad infantil. Rev Elec Psic Izt. 2015;18(3):1117-1132.


Molina, P. (2014). Intervención psicológica en la obesidad: un estudio comparativo entre el enfoque cognitivo conductual y el enfoque humanista. Universitat Oberta de Catalunya. p.p. 5-16


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